Para preparar este postre, no es necesario tener grandes habilidades culinarias; incluso un principiante en la cocina puede manejarlo.
Y no te llevará ningún tiempo prepararlo.
Además, por fin podrás deshacerte de las existencias de fresas congeladas del año pasado; no es broma, ya hay una nueva cosecha en camino.
Entonces, coloque las bayas congeladas en una cacerola o cacerola pequeña y agrégueles azúcar y jugo de limón.
Para 100 g de fresas se necesitan 2-3 cucharadas colmadas de azúcar y el zumo de un cuarto de limón.
Espera a que hierva el contenido de la olla y cocina las fresas un par de minutos más.
Ahora, con una espátula con agujeros, saca de la sartén las fresas enteras sin almíbar.
Al mismo tiempo, batir 100 g de nata espesa (30-33% de grasa) con azúcar glass y vainilla (al gusto).
Solo queda llenar un vaso alto transparente con capas de fresas y crema y podrás disfrutar del increíble sabor.