La congelación es la mejor manera de conservar los nutrientes de los alimentos.
Pero para que las verduras conserven su sabor y propiedades nutricionales el mayor tiempo posible, es necesario conocer algunas sutilezas.
8 cosas que necesitas saber
1. Algunas verduras simplemente se guardan en el congelador. Otros requieren un escaldado previo. El escaldado es un proceso en el que el producto se coloca en agua hirviendo y luego con hielo. Después de blanquear las verduras, debe colocarlas sobre una toalla limpia para escurrir el exceso de agua o secarlas con una servilleta. Después de eso, colócalo en una bolsa o recipiente y mételo en el congelador.
2. Recuerda: cuanto más tiempo esté un producto en agua hirviendo, más nutrientes pierde. En primer lugar, durante el tratamiento térmico se pierden vitamina C, ácido fólico y vitamina B1.
3. El escaldado es necesario para que las verduras puedan almacenarse por más tiempo, ya que el tratamiento térmico destruye algunas enzimas, lo que reduce el tiempo de almacenamiento.
4. Se escaldan los espárragos y las zanahorias durante 2 minutos, el brócoli, las coles de Bruselas y la coliflor - 3 minutos, el calabacín y la berenjena - 3 minutos. No es necesario blanquear los pimientos, los tomates, los guisantes, la col rizada ni las bayas.
5. Puedes escaldar sólo la mitad de las verduras, es decir, aquellas que deben durar el mayor tiempo posible. Y los que se vayan a comer en los primeros meses conviene dejarlos crudos. También debes recordar que si estás preparando alimentos para consumir crudos (por ejemplo, para cócteles vitamínicos), es mejor blanquearlos.
6. La temperatura en el congelador debe estar dentro de los 17 grados.
7. Los tomates se pueden congelar en forma de puré (molerlos con una licuadora o picadora de carne), en cubos/rebanadas pequeñas (para agregar a diferentes platos) y en círculos (para pizza). Los círculos se deben colocar en una bandeja o tabla de cortar en una sola capa, cubrir con film y colocar en el congelador. Luego mete los círculos ya congelados en un recipiente o bolsa. Puedes congelar pimientos siguiendo el mismo principio.
8. Una mezcla pastosa de tomates y pimientos morrones se conserva bien. Hay que molerlos en una licuadora, verterlos en moldes de silicona, congelarlos y luego meterlos en una bolsa. Los amantes del picante añaden pimientos picantes a la pasta. También puedes experimentar agregando verduras.
Al congelar verduras, es importante recordar que no se deben descongelar ni congelar varias veces. Y para conservar la máxima cantidad de nutrientes, es mejor echar inmediatamente las verduras congeladas en una sopa, guarnición u otro plato caliente para que se descongelen rápidamente y suelten todos los jugos al plato.
