Probablemente no exista ninguna persona que, al menos una vez, no haya conseguido hacer tartas de queso. A pesar de la sencillez de esta receta, el plato tiene sus propios secretos.
Te contamos qué consejos te ayudarán a olvidarte para siempre de los fracasos culinarios.
Consejo uno: requesón
No debes ahorrar ni reducir calorías usando requesón. El contenido de grasa del producto no debe ser inferior al 5%. Es mejor elegir masa de cuajada en paquetes.
Consejo dos: huevos
No necesitas muchos huevos para este requesón. El cálculo es simple: por 500 gramos de requesón se toma solo 1 huevo. Si el contenido de grasa es bajo, puedes agregar 1 yema sin clara.
Consejo tres: azúcar
Cuando se calientan, los edulcorantes se vuelven líquidos, por lo que las tartas de queso “flotan” en la sartén. Por ello, se añade azúcar al mínimo, y cuando esté listo se compensa su deficiencia. Consumo 1 cucharada. l. Azúcar por 1 kg de requesón.
Consejo cuatro: harina
Si el requesón está seco y viscoso, puedes prescindir por completo de la harina. En otros casos, por cada 500 gramos de requesón, agregue 3-4 cucharadas. l. harina.
Consejo cinco: deja reposar la mezcla
Si haces todo correctamente y te saltas este punto, es posible que las tartas de queso no salgan. El motivo es el exceso de líquido que queda en la masa de cuajada. Se absorberá si guardas la mezcla en el frigorífico durante media hora.
Consejo seis: empanizado
La harina es la más adecuada para esto. Gracias a ello, las tartas de queso quedan cubiertas con una costra fina y dorada. También puedes utilizar una mezcla de harina y maicena (harina de arroz).
Consejo siete: freír
Puedes freír las tartas de queso a fuego lento y tapadas (20-30 minutos) o rápidamente hasta que estén doradas, pero luego hay que cocinarlas en el horno (temperatura 150-160 grados centígrados).
Y en lugar de aceite vegetal, es mejor utilizar mantequilla derretida.