A mucha gente le resulta inútil el cuarto lado del rallador: las verduras se quedan pegadas al metal afilado.
Algunos comentaban en broma que sólo podía rascarse las manos y que no servía para cocinar.
La mayoría de las veces se utiliza para picar manzanas y preparar puré. Pero esta está lejos de ser la única opción para utilizar el lado espinoso del rallador.
Es excelente para moler alimentos secos. Por ejemplo, el pan seco se puede convertir en un excelente empanizado para chuletas o pollo en cuestión de minutos.
Las espinas espinosas convertirán en polvo las ramas de canela, la nuez moscada y el jengibre. Para rallar frutas cítricas, también es mejor utilizar el lado con púas.
Algunos chefs lo utilizan para moler queso duro, como el parmesano. Durante este proceso, no es necesario forzar el queso a través de los agujeros, solo aplique una ligera presión.
Sin embargo, es importante tener especial cuidado al trabajar con el lado espinoso. Rascarse las manos es tan fácil como frotar una nuez, por lo que la precisión en este caso es primordial.