No siempre es posible comprar mandarinas verdaderamente deliciosas en una tienda o mercado.
Pero incluso si trajiste a casa pura acidez, no debes desesperarte.
Las amas de casa experimentadas conocen un método sencillo con el que pueden destruir el ácido de los cítricos.
Para ello, basta con exponerlos a altas temperaturas.
Si tiene mucho tiempo, simplemente puede colocar las mandarinas en el alféizar de la ventana y dejarlas allí durante 2 o 3 días.
Una condición importante es que la luz del sol debe caer sobre frutos brillantes.
Si no quieres esperar tanto, toma un recipiente bastante profundo y llénalo con agua, cuya temperatura sea de aproximadamente 39-40 grados sobre cero.
Coloque las mandarinas en un bol y espere unos 10 minutos, luego transfiéralas a agua fría. Importante: no remoje demasiado las frutas en agua, de lo contrario podrían volverse insípidas.