Te aplicas champú en la coronilla, haces abundante espuma y estás orgulloso de lo brillante que queda tu cabello después del lavado.
Pero después de un mes, las puntas comienzan a abrirse, aparece caspa en las raíces y el volumen desaparece después de solo un par de horas. ¿Te suena familiar?
La razón de esto son los errores que el 90% de las personas cometen cuando confían en la publicidad. El primero y más crítico es utilizar agua demasiado caliente.

Abre las cutículas del cabello, eliminando los aceites naturales y dejando el cabello seco como la paja. El segundo error fatal: aplicar el champú directamente en el cuero cabelludo.
El producto concentrado reseca la piel, provocando picor, descamación e incluso caída del cabello. ¿Cómo lavarse el cabello correctamente? Comience con la temperatura del agua: debe estar ligeramente tibia y cómoda para el rostro.
Diluye el champú en las palmas de las manos con un poco de agua para diluir la concentración y haz espuma en las raíces, masajeando con las yemas de los dedos, no con las uñas.
Enjuague su cabello, luego aplique el acondicionador SÓLO en los largos, evitando las raíces; de lo contrario, el cuero cabelludo se volverá grasoso. Nunca frotes tu cabello con una toalla: esto daña la cutícula.
En lugar de eso, envuélvalos en un paño de algodón durante 5 a 7 minutos para absorber el exceso de humedad. Otro secreto: después de lavarlo, enjuaga tu cabello con agua fría.
Esto sellará las cutículas, aportando brillo y manteniendo tu estilo fresco por más tiempo. Después de 2 semanas de realizar estos experimentos, notarás que tu cabello ha dejado de enredarse y las puntas ya no se parecen a una escoba.
Y sí, el champú etiquetado “para dar volumen” generalmente contiene sulfatos (SLS, SLES), que destruyen la barrera lipídica de la piel.
Verifique los ingredientes: si ve estos ingredientes, reemplace el producto con un champú suave con surfactantes naturales (por ejemplo, coco glucósido).
Y para una recuperación de emergencia, prueba una mascarilla de aguacate y aceite de coco: tritura la pulpa, mézclala con una cucharada de aceite y aplícala en el cabello durante 30 minutos.
El resultado será mejor que después del tratamiento de queratina de salón.