¿Duermes 8 horas al día pero te despiertas sintiéndote agotado? Tu almohada puede ser la culpable.
Los rellenos convencionales, como plumas o guata sintética, acumulan ácaros del polvo, que provocan alergias y asma.
La almohada y tu salud
A lo largo de un año, hasta el 10% del peso de una almohada se acumula en forma de células cutáneas muertas y parásitos. Pero eso no es todo.

Una almohada demasiado alta ejerce presión sobre las vértebras cervicales, interrumpiendo el suministro de sangre al cerebro.
Cómo comprobarlo
Comprueba: si tu barbilla toca tu pecho cuando estás acostado de lado, es hora de cambiar tu accesorio para dormir.
¿Qué pasa con el relleno?
El secreto de la almohada perfecta es la cáscara de trigo sarraceno. Se adapta a la forma de tu cabeza, no acumula polvo y mejora el sueño gracias al efecto masaje.
Y si no tienes dinero para uno nuevo, seca el viejo al sol una vez al mes: la luz ultravioleta mata las garrapatas.
Pero el peligro no está sólo en el relleno. Las almohadas de espuma viscoelástica que se anuncian como "ortopédicas" pueden emitir compuestos volátiles tóxicos.
Si percibe un olor químico después de comprarlo, ventílelo en el balcón durante una semana.
Además, cambia tu almohada cada 2 o 3 años, incluso si parece “como nueva”. Con el tiempo, cualquier material se deformará, perdiendo soporte para el cuello.
Las almohadas de bambú son ideales para las personas alérgicas: son hipoalergénicas y tienen propiedades antibacterianas.
Acerca de la posición para dormir
Dormir boca abajo es perjudicial para la columna vertebral. El cuello gira 90 grados, comprimiendo las arterias.
Al dormir boca arriba, elija una almohada fina para que su cabeza no se caiga hacia atrás.
También se cree que dormir sin almohada provoca hinchazón de la cara debido al flujo de sangre a la cabeza.
Y por último: las almohadas de embarazo no son marketing.
Los modelos especiales en forma de U alivian la presión de la espalda baja y evitan el entumecimiento en las piernas. Y si roncas, prueba una almohada con una elevación debajo del cuello: abre las vías respiratorias.