A mucha gente le encanta el puré de patatas. Pero pocas personas saben los riesgos para la salud que plantea este plato.
Los toxicólogos mencionan el botulismo y la salmonelosis entre los principales peligros.
Según los expertos, el puré de patatas ya preparado es un producto rico en carbohidratos y con un alto contenido de humedad.
Esto significa que crea las condiciones óptimas para la rápida reproducción de diversos microorganismos.
Por esta razón, se recomienda almacenar dicho plato por poco tiempo, y lo mejor es comerlo el mismo día en que se preparó el puré.
Pero si quieres guardarlo, debes cerrar bien el producto en el recipiente. Sin embargo, incluso en esta forma no debes conservarlo durante más de dos días.
Si es más, entonces puede aparecer en el puré la bacteria mortal Clostridium botulinum, “responsable” del botulismo.
Esta bacteria produce veneno. En consecuencia, entre 17 y 72 horas después del consumo de dicho puré, pueden surgir problemas que no se pueden solucionar sin atención médica de emergencia.
Además de los clostridios, en el puré almacenado durante mucho tiempo pueden multiplicarse otras bacterias peligrosas, como la salmonella o la E. coli.
El segundo peligro es que el producto se deteriore rápidamente, lo que puede provocar intoxicación.
Debes saber: cuanto más graso es el puré, más leche contiene, más peligroso es.
La leche acelera el proceso de deterioro del puré, ya que la bebida es un caldo de cultivo favorable para los microorganismos.
Agregar queso, hierbas, cebollas, mantequilla y crema también acelera el deterioro del producto.