Muchas personas están acostumbradas a terminar el día con una taza de té aromático, sin ser conscientes de las posibles consecuencias.
Parecería que ¿qué mejor que un ritual calmante antes de acostarse?
Sin embargo, beber té por la noche puede alterar los procesos naturales del cuerpo y provocar problemas para dormir.
Efecto de la cafeína en el cuerpo.
La razón principal por la que no se recomienda beber té antes de acostarse es por el contenido de cafeína.
Este estimulante del sistema nervioso central tiene la capacidad de bloquear los receptores de adenosina, sustancia que provoca somnolencia.
Como resultado, una persona siente una oleada de vigor y energía, lo cual es completamente inapropiado por la noche.
La cafeína puede permanecer activa en el cuerpo hasta seis horas y, en algunas personas, incluso más.
Beber té unas horas antes de acostarse hace que el cerebro siga trabajando de forma activa, dificultando conciliar el sueño y reduciendo la calidad del descanso nocturno.
Alteración del ritmo circadiano
Beber té con regularidad antes de acostarse puede alterar el reloj biológico natural del cuerpo.
Los ritmos circadianos juegan un papel importante en la regulación del sueño y la vigilia. La alteración de estos ritmos puede provocar fatiga crónica, disminución de la inmunidad e incluso el desarrollo de enfermedades graves.
Impacto en la calidad del sueño
Incluso si una persona logra conciliar el sueño después de beber té, la calidad del sueño deja mucho que desear.
La cafeína acorta la fase de sueño profundo, vital para el correcto descanso y recuperación del organismo. Como resultado, por la mañana la persona se siente agotada y con falta de sueño, a pesar de pasar suficientes horas en la cama.
Mayor carga en el sistema urinario.
El té tiene un efecto diurético, lo que puede provocar que te despiertes con frecuencia por la noche para ir al baño.
El sueño intermitente afecta negativamente a su bienestar general y a su rendimiento al día siguiente.
Bebidas alternativas para la noche.
En lugar de té antes de acostarse, se recomienda beber infusiones de hierbas que no contengan cafeína.
La decocción de té de manzanilla, menta o melisa te ayudará a relajarte y prepararte para ir a dormir sin alterar los procesos naturales del cuerpo.
La leche tibia con miel se considera una bebida tradicional para mejorar el sueño.
El triptófano contenido en la leche favorece la producción de serotonina, una hormona que regula el ciclo sueño-vigilia.
El agua a temperatura ambiente es la mejor opción para calmar la sed antes de acostarse.
No contiene estimulantes y ayuda a mantener el cuerpo hidratado sin riesgo de despertares frecuentes por las noches.
Hora de la última ingesta de líquidos.
Los expertos recomiendan abstenerse de beber bebidas entre 1 y 2 horas antes de acostarse.
Este enfoque evita la interrupción del sueño por la necesidad de ir al baño y proporciona un descanso más cómodo e ininterrumpido.
Sensibilidad individual a la cafeína.
Es importante tener en cuenta que las reacciones a la cafeína pueden variar de persona a persona. Algunas personas son más sensibles a sus efectos y pueden tener problemas para dormir incluso después de beber una pequeña cantidad de té durante el día.
Otros, por el contrario, son menos susceptibles al efecto estimulante. Sin embargo, en cualquier caso, es mejor evitar beber té antes de acostarse para asegurar un descanso sano y completo.