Existen muchos mitos en torno a los jugos. ¿Cuál de ellas es realmente cierta y cuál es ficción?
Beber jugos te ayuda a perder peso
Los zumos de frutas y bayas son productos con un alto contenido en glucosa y fructosa. Además, este tipo de producto contiene carbohidratos rápidos.
A diferencia de los carbohidratos normales, los carbohidratos rápidos no le dan al cuerpo una sensación de saciedad, solo aumentan el apetito.
Como resultado, se excede la norma calórica y aumenta el peso.
En este caso, es mejor limitar el consumo de jugos o rechazarlos por completo. Las frutas y verduras frescas son un sustituto adecuado y bajo en calorías.
El jugo envasado es más dañino que el jugo recién exprimido
El jugo recién exprimido proporciona los máximos beneficios solo si se bebe dentro de la media hora posterior a su preparación.
Posteriormente comienza en él el proceso de reproducción de microorganismos. Beber ese jugo puede provocar intoxicación.
En producción, el proceso de preparación del zumo se aborda con total responsabilidad.
Las frutas y verduras recolectadas se envían inmediatamente para su procesamiento. Se permite prensar las frutas que hayan pasado un control estricto. Una abolladura o un agujero de gusano es un motivo para tirarlo.
Con el zumo recién exprimido la situación es más complicada. A menudo se le compran frutas y verduras. Estos frutos se recogen mucho antes de que estén completamente maduros. Se ven obligados a madurar sobre la propia encimera, lo que perjudica su calidad.
Es bueno beber un vaso de jugo en ayunas.
Desde un punto de vista químico, el zumo de frutas puede considerarse como un conjunto de ácidos. Beber jugo con el estómago vacío solo daña el organismo.
Este hábito provoca úlceras de estómago y otras enfermedades del tracto gastrointestinal. Además, los ácidos del jugo, cuando se consumen durante mucho tiempo en ayunas, pueden corroer el esmalte dental.
El jugo es una buena adición al desayuno, pero el desayuno no debe consistir únicamente en jugo. Además, el jugo diluido con agua corriente será mucho más saludable para el sistema digestivo.
El jugo se guarda mejor en el refrigerador.
Las temperaturas frías y la luz destruyen las vitaminas contenidas en el jugo. La vitamina C es especialmente vulnerable a las bajas temperaturas.
Además, después de estar mucho tiempo en el frigorífico, el zumo pierde su sabor y color.
Es mejor no beber jugo que haya estado en el refrigerador durante dos días; lo más probable es que ya esté afectado por el moho. Este moho es difícil de ver, sin embargo, es mejor no arriesgar su propia salud.