Se sabe que las naranjas contienen grandes cantidades de vitamina C, pero además, también contienen otras sustancias beneficiosas.
Entre ellos se encuentra un compuesto vegetal llamado betacaroteno, que el cuerpo humano es capaz de convertir en vitamina A.
Dato curioso: el betacaroteno es lo que da color a los cítricos.
Pero volvamos a la conexión entre las naranjas y la visión: para estudiar el papel del betacaroteno en las enfermedades oculares relacionadas con la edad, el Instituto Nacional del Ojo realizó un estudio.
Como resultado, se descubrió que la suplementación con betacaroteno, vitaminas C y E, zinc y cobre reduce la probabilidad de desarrollar degeneración macular progresiva relacionada con la edad.
Eso no es todo: estas frutas contienen dos compuestos vegetales, luteína y zeaxantina.
Nos centramos en ellos porque ambos ayudan a tratar los ojos secos.
Sin embargo, no se debe esperar que las naranjas por sí solas puedan devolverle la visión a "uno": antes de consumir la fruta, debe consultar a un médico, al menos porque existen contraindicaciones para el consumo de frutas cítricas.
Por lo tanto, las personas que padecen enfermedades del estómago pueden experimentar molestias y los pacientes con enfermedades renales tienen completamente prohibido consumir alimentos que contengan mucho potasio, incluidas las naranjas.