Dicen que comprar sandías de junio e incluso de julio no es una buena idea desde el punto de vista de la salud.
Las bayas de cosecha temprana pueden contener nitratos nocivos para el organismo. Puedes comprobar su presencia utilizando dispositivos especiales, pero puedes utilizar los trucos habituales.
Te contamos cómo analizar una sandía en busca de nitratos sin salir de casa.
En primer lugar, al elegir una baya, preste atención a su superficie.
La cáscara de una sandía normal debe ser suave y uniforme.
Si hay tubérculos, entonces los agricultores han "bombeado" la baya. Si cortas una sandía así, verás que su cáscara será gruesa.
Pero este es sólo el método inicial.
En segundo lugar, presta atención a la pulpa.
Las venas amarillas y anchas deberían resultar confusas. Una sandía normalmente madura también los tiene, pero deben ser blancos y finos.
En tercer lugar, coloca la pulpa en agua.
Una sandía que ha sido saturada con agua se volverá rosada o roja en 2 horas. También puede aparecer espuma en la superficie del agua.
Si la sandía es de buena calidad, el agua sólo se volverá ligeramente turbia.