Los frutos secos ocupan un lugar importante entre los productos que tienen un efecto beneficioso para la salud humana.
¿Qué hace que los frutos secos sean tan saludables? ¿Cuántas nueces debes comer diariamente para obtener los máximos beneficios? ¿El consumo frecuente de frutos secos puede provocar alergias? Svetlana Shokur , experta médica de INVITRO, responde a estas preguntas.
¿Cuáles son los beneficios de los frutos secos para nuestro organismo? ¿En qué situaciones es recomendable incluirlos en tu dieta?
Los frutos secos son recomendados para el consumo por médicos de diversas especialidades debido a su rica composición química, buena digestibilidad y efectos beneficiosos sobre el corazón, los vasos sanguíneos y el sistema nervioso.
Quienes incluyen regularmente frutos secos en su dieta tienen un menor riesgo de desarrollar enfermedades coronarias, ataques cardíacos y cáncer.
Además, comer frutos secos tiene un efecto positivo sobre el sistema hormonal y tiene efectos antiinflamatorios y antioxidantes pronunciados, reduce los niveles de estrés, lo que es especialmente importante para las personas que experimentan un alto estrés físico e intelectual, así como para las personas mayores.
Las nueces se encuentran entre los líderes entre los productos vegetales en términos de contenido de proteínas de alta calidad, que el cuerpo absorbe casi por completo, grasas saludables (por ejemplo, 100 g de nueces contienen 10 g de omega-3) y también como vitaminas liposolubles A y E, microelementos (calcio, magnesio, zinc) y fibra saludable.
¿Qué riesgos para la salud pueden suponer los frutos secos? ¿Qué síntomas podrían indicar esto?
A pesar de todas las propiedades positivas, las nueces tienen algunas desventajas. En primer lugar, son alimentos ricos en calorías debido a su contenido en grasas.
De media, 100 g de frutos secos contienen unas 650 calorías, lo que supone casi un tercio de la ingesta calórica diaria de una persona media. Las nueces son nutritivas y te sacian rápidamente, lo que las convierte en una excelente opción para un refrigerio rápido.
Sin embargo, el agradable y rico sabor de los frutos secos puede distraerte fácilmente del control de la cantidad, lo que te llevará a comer en exceso y a un exceso de calorías y, en consecuencia, a un aumento de peso.
Tampoco se recomienda el consumo de frutos secos sin control a personas con problemas digestivos, ya que esto puede provocar pesadez y malestar en el abdomen, hinchazón, aumento de la formación de gases e incluso disfunción intestinal.
Las personas con diabetes, enfermedades renales y cardiovasculares deben prestar atención no sólo a la cantidad de frutos secos consumidos, sino también a la calidad del producto.
Los granos salados, las nueces glaseadas, el caramelo, el jarabe de azúcar o la miel pueden provocar un aumento de la presión arterial y de los niveles de glucosa en sangre.
Sin embargo, comer frutos secos puede suponer el mayor peligro para la salud de las personas propensas a las alergias.
¿Cómo se manifiesta la alergia a los frutos secos y cómo se puede reconocer?
Según las estadísticas, alrededor del 20% de los adultos y el 5% de los niños son alérgicos a los frutos secos.
En nuestro país las alergias más habituales son las avellanas y las nueces, mientras que comer piñones puede resultar bastante seguro.
Los primeros signos de una reacción alérgica a los frutos secos suelen ser hinchazón de labios, lengua y paladar, sensación de ardor y picor en la boca y la garganta, síntomas cutáneos en forma de pequeñas erupciones alrededor de la boca o síntomas de rinoconjuntivitis: secreción mucosa de la nariz, dificultad para respirar por la nariz, picazón y ardor en la cavidad nasal, en el área de los ojos.
En caso de hipersensibilidad al alérgeno de la nuez, se puede desarrollar un shock anafiláctico con descenso de la presión arterial, asfixia y paro respiratorio, incluso mortal.
Si una persona no tiene alergia, ¿puede desarrollarla con el tiempo, por ejemplo, si come demasiados frutos secos?
El consumo frecuente de frutos secos no es un factor en el desarrollo de alergia a este producto en humanos. Sin embargo, en personas con predisposición genética a los alérgenos de las nueces, el contacto incluso con pequeñas cantidades puede provocar una reacción violenta.
Por ello, en la etiqueta de algunos productos potencialmente peligrosos, el fabricante indica que la composición “puede contener trazas de frutos secos”.
Según las pautas de alimentación saludable generalmente aceptadas, la cantidad recomendada de frutos secos para el consumo diario es de unos 30 gramos.
Esto equivale a unas 16-20 almendras, 5 nueces sin cáscara o unos 40 pistachos con cáscara.
Aumentar la ración diaria de frutos secos no aumentará sus efectos beneficiosos para el organismo, pero, como se mencionó anteriormente, puede contribuir al aumento de peso y provocar diversos efectos secundarios.
Para conservar los ácidos grasos y las vitaminas saludables, se debe dar preferencia a las nueces frescas (generalmente son más pesadas), así como a las nueces con cáscara: los granos pelados y empaquetados se oxidan rápidamente y pueden cambiar su sabor.
La absorción de minerales de los frutos secos tostados o remojados en agua mejora debido a su menor contenido en ácido fítico.
Anteriormente escribimos sobre por qué no debes beber agua antes de acostarte .