Mucha gente cree estrictamente que nunca se debe beber mientras se come.
Esta creencia se basa en la suposición lógica de que el líquido que se bebe durante una comida reduce la concentración de jugo gástrico.
De hecho, beber alimentos no supone ningún peligro para la digestión.
No perjudica la producción de jugo gástrico y no afecta en modo alguno su nivel de acidez.
Como explicó a Gazeta.Ru la nutricionista Olga Chukhaeva, diluir el jugo gástrico es una tarea bastante difícil. Dado que nuestro cuerpo es un sistema autorregulador y se esfuerza por que la acidez del contenido gástrico sea de aproximadamente 2 pH, lo que corresponde a un ambiente ácido.
Por tanto, beber durante las comidas no complica la digestión de los alimentos sólidos.
Es importante tener en cuenta que la entrada adicional de líquido al cuerpo durante las comidas puede provocar una sensación de saciedad, pero no de saciedad.
Cuando el agua salga de tu estómago (y esto sucederá en 15 a 20 minutos), querrás volver a comer.
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