El té blanco conserva las cualidades naturales de las hojas frescas.
También se le llama la “bebida de la inmortalidad”. Las hojas de este tipo se someten a un procesamiento menor.
Sólo se secan en condiciones naturales: primero al sol, luego se transfieren a la sombra, luego nuevamente al sol y finalmente se secan a la sombra.
El té blanco fortalece perfectamente el sistema inmunológico. Ayuda a fortalecer los vasos sanguíneos. Ayuda a prevenir el cáncer.
Ayuda a mejorar el estado de ánimo y tonificar el cuerpo. Un buen ayudante en caso de intoxicación.
Cada tipo de té tiene las mismas capacidades, pero sólo el té blanco lo hace con mayor eficacia. Esto se debe al alto contenido en catequinas, taninos y vitaminas. Por tanto, el té blanco es beneficioso para el organismo.
Las hojas para el té blanco se recolectan sólo a principios de la primavera en lo alto de las montañas. En este caso, se da preferencia a las hojas jóvenes y superiores.
Contienen grandes cantidades de catequinas, taninos y cafeína. Las vitaminas que contienen están en forma soluble en agua, por lo que ingresan bien al cuerpo y se absorben por completo.
Las hojas contienen galato de epigalocatequina, que es uno de los antioxidantes naturales más potentes. Gracias a ello, se restablece la presión arterial, mejora la elasticidad de los vasos sanguíneos y el cuerpo absorbe las vitaminas C y P de otros alimentos.
El sistema nervioso humano se beneficia de la combinación de compuestos de fósforo y ácido glutámico, que contribuyen a su restauración.
La acción de las catequinas tiene como objetivo reducir los coágulos sanguíneos en los vasos sanguíneos y mejorar la absorción de insulina en los diabéticos.
La cafeína contenida en las hojas se combina con el tanino para formar tanato de cafeína. Es esto lo que le da al té su sabor y color, y también le da vitalidad al cuerpo, estirándolo durante mucho tiempo. Debes beberlo 6 horas antes de acostarte.
Debido al contenido de epigalocatequina en el té, favorece la pérdida de peso. Pero no te olvides del ejercicio físico.
Para que el té sea beneficioso es necesario prepararlo correctamente. Esto debe hacerse en este orden.
Es necesario hervir agua y dejarla enfriar a 60-80 °C. La tetera se debe lavar con agua hirviendo y poner 2 pizcas de té por 1 taza.
Llenar con agua y esperar de 1 a 4 minutos según los gustos del consumidor. Para disfrutar del té, no es necesario apresurarse a ningún lado. Es necesario beber té en un ambiente tranquilo, en silencio, entonces traerá placer y beneficios al cuerpo.