Está científicamente comprobado que el consumo regular de determinados alimentos puede reducir los niveles de colesterol en sangre en un 10%.
Por tanto, la mejor prevención contra las enfermedades vasculares es el menú “correcto”.
1. Brócoli, espinacas, colinabo, apio
Estas verduras contienen mucha fibra, lo que impide la absorción del colesterol malo y favorece su eliminación. Estas verduras desempeñan el papel de un batidor: literalmente limpian las arterias y los vasos sanguíneos de las acumulaciones de colesterol.
Puedes preparar deliciosas y saludables ensaladas aliñadas con aceite de oliva a partir de repollo y espinacas. Si los guisas con zanahorias, berenjenas, tomates, pimientos y hierbas, también obtendrás un plato anticolesterol.
2. Hongos ostra
Estos hongos contienen la sustancia lovastina, que previene la formación de placas de colesterol. Además, los hongos ostra tienen propiedades bactericidas y ayudan a eliminar los metales pesados del organismo. En cuanto al contenido de proteínas y aminoácidos, estos hongos son similares a las verduras, pero a diferencia de estos últimos, son más saciantes.
3. Alforfón
El trigo sarraceno contiene muchos oligoelementos como hierro, fósforo, potasio, zinc y yodo, que son de gran utilidad para el funcionamiento normal de la glándula tiroides. La lecitina contenida en la papilla de trigo sarraceno combate las placas ateroscleróticas.
El trigo sarraceno también es rico en vitaminas, aminoácidos y vitaminas E, PP, grupo B y ácido fólico que en su composición estimula la hematopoyesis. El trigo sarraceno es un producto dietético bajo en calorías, por lo que además de limpiar arterias y vasos sanguíneos, favorece la pérdida de peso.
4. manzanas
Las manzanas contienen mucha pectina y taninos, sustancias que contribuyen a niveles óptimos de azúcar en sangre. Comer varias frutas todos los días eliminará toxinas del cuerpo, mejorará la digestión y fortalecerá las paredes de los vasos sanguíneos.
La principal cantidad de vitaminas y microelementos se encuentra en la cáscara de manzana, por lo que se deben consumir frutas sin pelar.
5. Bayas: frambuesas, fresas, moras.
Las frambuesas, las fresas y las moras contienen mucha pectina, que tiene un efecto beneficioso sobre el tejido vascular y elimina toxinas del organismo. Estas bayas aromáticas tienen un potente efecto antiesclerótico debido al contenido de beta-sitosterol.
6. aceite de oliva
El aceite de oliva natural es un verdadero tesoro de ácidos poliinsaturados. Se recomienda su uso para la obesidad y enfermedades del sistema cardiovascular. Puedes tomar el aceite como producto independiente en ayunas, una cucharada antes del desayuno, o utilizarlo como aderezo para ensaladas.
7. Nueces
Los frutos secos contienen muchas grasas que, a pesar de su contenido calórico, son muy beneficiosas para los vasos sanguíneos. Todos los tipos de frutos secos contienen fitoesteroles, sustancias que impiden la absorción del colesterol malo.
8. Pescado rojo
Las variedades de pescado rojo tienen un alto contenido de ácidos grasos omega-3. Estas sustancias son extremadamente útiles para fortalecer el tejido vascular: el consumo regular de pescado rojo reduce el riesgo de formación de placas ateroscleróticas. Además, el filete de salmón contiene vitaminas B1, B2 y PP y favorece el buen metabolismo.
Comiendo una ración de salmón o trucha hervida al día aportarás a tu organismo los minerales y aminoácidos necesarios. Para obtener el máximo beneficio de sus alimentos, elija aquellos métodos de preparación que conserven todas las sustancias beneficiosas: estos incluyen guisar u hornear en papel de aluminio. Los mariscos ahumados o salados solo causarán daño.
9. Ajo
El ajo es una rica fuente de pectina, magnesio y flavonoides. El consumo regular de esta verdura mejora la circulación sanguínea, protege el organismo de virus y bacterias y además tiene un efecto anticolesterol.
10. té verde
El té verde premium es una de las mejores fuentes de antioxidantes. Se ha demostrado científicamente que el antioxidante cahetina reduce la absorción de colesterol en los intestinos. Al sustituir el café por té verde, se puede reducir el nivel de colesterol "malo" en la sangre.
Los flavonoides fortalecen los capilares y las paredes de los vasos, neutralizan los radicales libres.