A todos nos encanta partir semillas, especialmente mientras vemos nuestra película o serie de televisión favorita. Y muchos estarán de acuerdo en que cualquier conversación es más agradable con una bolsa de semillas en un banco del parque, siempre que su cáscara no dañe el medio ambiente.
Resulta que comer semillas no solo es un relajante, sino también una actividad útil.
Las semillas de girasol contienen antioxidantes, fibra, proteínas de origen vegetal, ácidos grasos saludables para el corazón y más. Y si tienes ciertas alergias, pueden ser una excelente alternativa al maní y otros frutos secos.
Por supuesto, como ocurre con cualquier alimento, es muy importante cómo preparamos y consumimos las semillas para sacarles el máximo beneficio.
Los expertos aconsejan separar con cuidado las cáscaras de las semillas de girasol.
Su piel está compuesta principalmente de fibra y comerla en exceso puede provocar malestar digestivo. Además, si se mastican incorrectamente, los trozos de escamas afilados pueden dañar la membrana mucosa del tracto digestivo.
Para aprovechar al máximo las propiedades beneficiosas de las semillas, lo mejor es espolvorearlas sobre ensaladas, productos horneados o mezclarlas con avena.
Además, en el mercado hay tahini de girasol, que no es tan popular como el tahini de sésamo, pero no menos sabroso.
Aquí hay cinco beneficios inesperados para la salud que brindan las semillas.
Bueno para los ojos
Las semillas de girasol son una de las fuentes más ricas en vitamina E. Se sabe que esta vitamina es un importante antioxidante que desempeña un papel importante en la salud ocular y en la lucha contra la inflamación en el cuerpo.
Las investigaciones sugieren que la vitamina E puede favorecer una buena visión al proteger contra enfermedades oculares, incluida la degeneración macular relacionada con la edad.
Bueno para el corazon
Las semillas de girasol son ricas en ácidos grasos poliinsaturados. Se trata de las mismas grasas "buenas" que son muy saludables para el corazón porque ayudan a regular el nivel de colesterol malo en la sangre, lo que a su vez reduce el riesgo de sufrir un infarto.
Sin embargo, para que sean lo más saludables posible para el corazón, las semillas deben estar sin sal o ligeramente saladas. Los antioxidantes de las semillas de girasol también pueden ayudar a combatir la inflamación y otras enfermedades crónicas.
Para un sistema inmunológico saludable
Las semillas de girasol son un excelente refuerzo del sistema inmunológico, nuevamente gracias a la presencia de vitamina E.
También contienen zinc y selenio, que contribuyen a una buena inmunidad. Y la mejor combinación inmunoestimulante es si los consumes junto con alimentos ricos en vitamina C.
Puede ayudar con una buena digestión.
La fibra de las semillas de girasol puede ayudarte a evitar la hinchazón y el estreñimiento.
Mantener su cuerpo hidratado también es importante cuando agrega más alimentos ricos en fibra a su dieta. De esta forma, las fibras se absorben correctamente en el estómago y pasan sin problemas por el sistema digestivo.
Puede ayudar con el control de peso.
Comer mucha fibra y proteínas es un paso importante para mantener un peso saludable y las semillas de girasol contienen ambas. Su cuerpo se siente más lleno durante un período de tiempo más prolongado y la fibra promueve una buena digestión y regula el azúcar en la sangre.
