El problema puede ocurrir por varias razones. Es importante aprender a afrontarlo correctamente.
En primer lugar, debes distraerte.
Por ejemplo, puedes mirar las cosas que te rodean. También debes concentrarte en los olores y sonidos que te rodean. Deben enumerarse mentalmente.
Además, deberías hacer algo familiar.
Esta puede ser una rutina familiar (lavar platos, pisos, etc.), pero no debes poner música o series de televisión de fondo.
Si una sensación desagradable comienza a molestarte, puedes lavarte las manos con agua fría o elegir una alternativa.
La conversación distraída ayuda, ya que desvía bien la atención.
Pero si no tienes la fuerza para comunicarte, entonces basta con escuchar la historia de alguien para alejar por un tiempo los pensamientos desagradables y concentrarte en la voz y la historia.
Si la ansiedad le molesta con demasiada frecuencia y afecta su calidad de vida, debe buscar ayuda de un médico.
Anteriormente, hablamos sobre otras formas de afrontar la ansiedad.