No todas nuestras enfermedades se manifiestan claramente en el cuerpo y pueden curarse con la ayuda de medicamentos.
Lyubov Trofimova , una psicóloga que trabaja con el subconsciente y el cuerpo, contó cómo reconocer la psicosomática.
Algunos de ellos se han asentado en la subcorteza del subconsciente y sólo pueden resolverse mediante un enfoque psicológico y descubriendo la causa que desencadena su manifestación.
Estas enfermedades se clasifican como psicosomáticas y descubriremos cómo distinguirlas de las enfermedades habituales de nuestro cuerpo.
Las enfermedades psicosomáticas se manifiestan con bastante claridad en nuestro organismo; muchas veces pueden confundirse con gripes, resfriados, alergias y otras enfermedades.
Pero al realizar pruebas o visitar a un médico, es posible que los síntomas no se confirmen a nivel celular, aunque estarán presentes todos los signos evidentes de enfermedad.
En este caso, la medicina farmacológica es completamente impotente, porque la raíz del problema está en el subconsciente de la persona.
Si controlas tu calidad de vida y tu equilibrio psicológico, entonces eres el menos susceptible a esta enfermedad.
Por otro lado, si usted tiene una mayor excitabilidad emocional y experimenta emociones positivas de manera muy vívida, existe un alto riesgo de que su cuerpo también reaccione intensamente a las negativas.
Especialmente si tiendes a ocultar las emociones negativas fingiendo que no existen. Aquí, la mejor prevención sería realizar un seguimiento de todas tus emociones y experimentarlas: lágrimas, risas, enfado, etc.
La mayoría de las veces, en el contexto del deporte, las emociones fuertes, como una oleada de adrenalina, se resuelven bien.
Además, si tus emociones se reflejan fácilmente en el cuerpo: sarpullido, enrojecimiento, picazón leve, dolores de cabeza, mareos, etc., entonces tienes una predisposición bastante alta a los psicosomáticos. Puedes entender esto si prestas atención a cómo se comporta tu cuerpo en diferentes situaciones.
En una mujer, la psicosomática se manifestó en una alergia a los animales: donde quiera que fuera, comenzaba a estornudar o a picarle mucho. En el proceso de realizar 3 reuniones, descubrieron que la raíz del problema estaba escondida en su infancia y el deseo de sus padres de prestarle más atención.
Y su gato doméstico sirvió como activador del problema, ya que la psique eligió el camino más corto en la búsqueda de crear una “enfermedad”. Además, la fase activa de las alergias surgió durante períodos de conflictos familiares y se volvió lenta cuando la atmósfera en la familia se volvió pacífica.
La psicosomática no es una enfermedad ni un problema agudo. Necesitas trabajar con ello y percibirlo como señales del cuerpo de que en algún lugar no estás viviendo plenamente la situación o te estás aferrando demasiado a ella.
Presta atención a cómo te sientes e intenta abordarlo desde una perspectiva de investigación: a veces, detrás de un pequeño problema se esconde una enorme cantidad de conciencia y beneficio que ayudará a prevenir consecuencias graves.