Algunos padres protegen a sus hijos de la radiación solar, mientras que otros los llevan al mar en los primeros años de vida.
¿Quién tiene razón en esta situación? Por tanto, conviene comprender los beneficios y perjuicios de la luz solar para la piel de los niños.
Definitivamente no puedes esconder a tu hijo del sol. Puedes recordar varias propiedades útiles.
A pesar de las ventajas enumeradas, Lyudmila Artyushkevich , oncóloga pediátrica de categoría 1 del Centro Médico HappyDerm, señala un peligro que no se puede ignorar. Las enfermedades malignas de la piel en los niños son raras. Pero ¿qué pasa con las consecuencias en la vida adulta?
La exposición excesiva a la radiación ultravioleta es un factor de riesgo importante para el melanoma. Los expertos de la OMS han observado desde hace tiempo el hecho: no existe una dosis segura de radiación ultravioleta. Y si una persona sufrió quemaduras solares en la infancia o la adolescencia, el riesgo de desarrollar melanoma aumenta 2 veces.
La piel de los niños es sensible a la radiación ultravioleta. Está contraindicada la exposición prolongada a la luz solar directa. Y para que el cuerpo produzca la cantidad necesaria de vitamina D, debería ser suficiente caminar a la sombra de los árboles.
Todos los días, el niño debe estar al menos 2 horas al aire libre. Los niños menores de 3 años no deben permanecer al sol más de 15 minutos. Con los adolescentes es un poco más difícil, porque limitar su tiempo al sol siempre es más difícil. En este caso, basta con conversar y hablar de posibles riesgos.
En verano se debe limitar la estancia al aire libre de 12:00 a 15:00 horas. Durante este período, los rayos del sol suponen un grave peligro. El resto del tiempo, la piel debe protegerse con ropa de colores claros y confeccionada con tejidos naturales. Además, no te olvides de los sombreros y el protector solar.
Es importante que los padres examinen periódicamente la piel de sus hijos y presten atención a los cambios en los lunares existentes y a la aparición de otros nuevos. La salud del niño no sólo depende de las calificaciones de un especialista; los padres deben tomar medidas oportunas.