No importa lo que parezca, el chicle es un producto que debe tratarse con extrema precaución.
Esto es especialmente cierto para aquellas personas que, en un esfuerzo por adquirir una figura bella y en forma, siguen una determinada dieta.
Notemos de inmediato: como el chicle no contiene carbohidratos, prácticamente no tiene calorías.
Gracias a los edulcorantes, el contenido calórico de una almohada es de 2 a 7 kcal en promedio.
Entonces, ¿por qué no deberías permitirte masticar chicle mientras estás a dieta?
En primer lugar, tales acciones suyas pueden provocar hambre y no hay garantías de que no recaiga.
En segundo lugar, masticar chicle nos hace desear alimentos que contienen azúcar.
Y en tercer lugar: a veces mascar chicle provoca una exacerbación de la gastritis y, en personas que padecen alta acidez, puede convertirse en un desencadenante del desarrollo de úlceras.