Todo el mundo ha probado una pera al menos una vez en la vida, porque es una fruta bastante asequible que se puede encontrar en las estanterías de cualquier supermercado.
Por supuesto, la pera tiene características propias que benefician al cuerpo humano. ¿Por qué deberías incluir peras en tu dieta?
Una fruta promedio contiene entre 5 y 7 gramos de fibra. Es importante señalar que es la fibra la que ayuda a muchas personas a construir la figura de sus sueños y es insoluble.
La fibra protege a una persona del desarrollo de enfermedades cardiovasculares, oncología y diabetes. La fibra ayuda a una persona a reducir la sensación de hambre, porque tarda mucho en digerirse, gracias a lo cual el individuo puede rechazar la siguiente comida, lo que le ayudará a perder peso.
Eso sí, no olvides que las peras contienen ácido ascórbico, o lo que es lo mismo, vitamina C.
Comer una pera ayudará a una persona a reducir la presión arterial, porque esta fruta también contiene potasio, vitamina B, cobre y vitamina K. Con la ayuda de una pera, también puedes combatir enfermedades crónicas, porque ¿dónde más puede una persona encontrar tantas antocianinas? ?
La cáscara de pera contiene flavonoides que fortalecen los vasos sanguíneos. Los flavonoides también combaten los radicales libres y reducen la inflamación de las células, por lo que una persona reduce el riesgo de desarrollar cáncer o enfermedades cardíacas. Los flavonoides también ayudan a una persona a mantenerse joven por más tiempo.
La pera contiene inulina, que tiene un efecto beneficioso sobre la función intestinal. La inulina es un polisacárido orgánico que alimenta a las lactobacterias y bifidobacterias.
Es importante tener en cuenta que las peras deben consumirse en determinadas cantidades; nunca se deben comer demasiadas. De lo contrario, puedes acabar con gases e hinchazón, de los que no será fácil deshacerte.