Mucha gente congela el pan antes de comerlo. Una vez que sepas por qué, lo más probable es que también lleves a cabo este sencillo procedimiento.
El hecho es que el pan congelado contiene más fibra que el pan fresco.
Esta fibra es utilizada por las bacterias para producir butirato, un ácido graso esencial para la digestión.
Además, tiene propiedades antiinflamatorias.
Para congelar el pan es necesario cortarlo en rebanadas. En este caso es más cómodo descongelar.
Luego envasamos el pan herméticamente, pero no en envases comprados en tiendas.
Las características estructurales de este tipo de embalaje tienen un efecto negativo sobre el producto: se seca y absorbe todos los olores del congelador.
Los que saben del tema aconsejan envolver los trozos de pan en film transparente o papel de aluminio.
Luego, de esta forma, se deben enviar a un contenedor o paquete, firmándolo para no olvidar la fecha de congelación.
El pan congelado se puede conservar durante aproximadamente 6 meses.
Sin embargo, los expertos en la materia recomiendan no conservarlo durante tanto tiempo, sino utilizar el producto durante los primeros meses después de congelarlo.
Los expertos señalan el siguiente hecho: el pan congelado tiene un efecto positivo en los intestinos y otros órganos del sistema digestivo.