Seguramente muchos de nosotros nos hemos encontrado con el problema del insomnio.
Lo peor de esto es que por la mañana, sin dormir lo suficiente, te sientes abrumado, cansado y en algún estado doloroso.
Hay tres formas sencillas que le ayudarán a solucionar el problema rápidamente.
El primer método implica algo parecido a la contemplación. Ya estando en la cama, busquemos algo pequeño y mirémoslo.
Por ejemplo, un patrón en el papel tapiz o una sombra en una pared. Intenta no pensar en nada.
Después de un tiempo, los párpados empezarán a cerrarse por sí solos. Pero esto no es suficiente para conciliar el sueño. Por lo tanto, debes continuar mirando el objeto seleccionado.
Como resultado, acumularás tal estado de sueño que no notarás cómo te quedas dormido.
El segundo método se puede implementar incluso con los ojos cerrados. Intenta notar cómo respiras.
Siéntase inhalando lentamente y exhalando lentamente.
Siente cómo el aire entra por la nariz hasta los pulmones y cómo sale, ya más caliente, de regreso.
Siente cómo tu pecho se contrae y se expande suavemente, cómo la inhalación da paso a la exhalación. Pronto te quedarás dormido.
Tercera opción. Cerramos los ojos e imaginamos un vacío total, algo así como una pantalla negra interminable.
Después de un tiempo, aparecerán diferentes imágenes sobre su fondo; simplemente sígalas con los ojos, mírelas de lado.
Al cabo de unos minutos, este método, que, por cierto, forma parte de la meditación, te hará dormir.