El congelador es un verdadero salvavidas para las amas de casa, ya que permite evitar que los alimentos lleguen al punto en que solo se pueda tirar.
Esto se aplica no sólo a la carne, el pescado o los productos semiacabados, sino también a las frutas extranjeras, incluidos los cítricos.
Antes de abastecerse de mandarinas para todas las vacaciones de Año Nuevo, debe recordar cómo almacenarlas en casa.
Decir que las mandarinas necesitan una atmósfera determinada es no decir nada en absoluto. No basta con meterlos en el frigorífico. Deben ser condiciones de 2 a 6 grados centígrados con una humedad del aire de hasta el 80%.
Si la temperatura desciende por debajo de los 2 grados centígrados (por ejemplo, por la noche en el balcón), comenzarán a aparecer puntos y manchas en la cáscara y luego la verdura comenzará a deteriorarse.
Y si el proceso ha comenzado, entonces no quedará más que comerse la fruta o congelarla.
Lo mejor es dividirlos inmediatamente en rodajas, colocarlos en el congelador sobre una tabla de cortar durante una hora y luego meterlos en una bolsa o recipiente.
Después de descongelar, pelar los cítricos ya no será tan fácil.
Las rodajas de fruta durarán en el congelador hasta 6 meses. Eso sí, el sabor de las mandarinas descongeladas ya no será el mismo y el único beneficio que puede aportar dicha preparación es compota, elaboración de gelatina o helado.