A muchos gourmets les encantan las cebollas fritas.
Y no es de extrañar: la masa de cebolla tratada térmicamente se distingue por la presencia de un interesante sabor dulzón.
El plato combina bien con carnes, verduras y productos de harina.
Pero hay un problema: a veces las cebollas fritas se queman.
Afortunadamente, existe un aditivo que no solo puede acelerar la caramelización y evitar que el plato se ennegrezca, sino que también le da a las cebollas un sabor aún más brillante.
El truco lo compartió Yulia Arkhipova, experta en el campo de la cocina de la publicación de la red Belnovosti, cocinera y panadera de cuarta clase.
Ese aditivo secreto es el bicarbonato de sodio.
Este ingrediente ayuda a que las cebollas adquieran rápidamente el color dorado y el sabor deseado.
Esto reduce seriamente el riesgo de que las verduras picadas se quemen en la sartén.
Además, gracias al bicarbonato de sodio, la cebolla conserva su consistencia ideal y se vuelve mucho más aromática.
Lo principal es no exagerar con los refrescos. Utilice un máximo de una pizca. Si agregas más, arruinarás el sabor de las cebollas fritas.