La papilla de cebada perlada idealmente cocinada es desmenuzable, tierna y tiene un sabor brillante.
¿Cómo lograr este resultado?
La respuesta es sencilla: sólo hay que tener en cuenta unas sencillas recomendaciones.
Siga las reglas que se enumeran a continuación y definitivamente no obtendrá una guarnición insípida.
Es recomendable utilizar agua a alta temperatura para lavar la cebada perlada.
El agua fría no siempre elimina por completo el polvo de almidón.
Antes de comenzar a cocinar, la cebada perlada se debe calentar en una sartén durante un par de minutos.
Como resultado, la papilla adquirirá un sabor muy brillante y no quedará viscosa.
El cereal vertido en la cacerola se debe verter con agua burbujeante.
Gracias a esta acción, el producto se calentará de manera uniforme. Las posibilidades de obtener papilla desmenuzable serán máximas.
Para un volumen de cebada perlada deben ser tres volúmenes de líquido.
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