Antes de poner los gajos de patata en la sartén, vierte agua hirviendo sobre ellos durante un rato.
Gracias a este procedimiento, la verdura eliminará el exceso de almidón.
Y el efecto será mucho más grave que simplemente lavar las solanáceas.
Sin embargo, el procesamiento "en caliente" debe realizarse correctamente.
Los tubérculos pelados se deben cortar en cubos. Los trozos resultantes se deben lavar con agua fría y colocar en una cacerola.
El contenido del recipiente debe llenarse con agua hirviendo.
A continuación, debe colocar la sartén en el quemador encendido. Tan pronto como el agua comience a hervir nuevamente, se debe detener el proceso de calentamiento. El contenido del recipiente se debe colocar en un colador.
Después de eso, los trozos de papa deben enviarse a una sartén precalentada.
El agua hirviendo eliminará el exceso de almidón de las patatas. Como resultado, las piezas no se pegarán durante la fritura.
Además, el plato será menos dañino y con menos calorías.
Procesar la verdura con agua hirviendo proporciona otro efecto interesante: freír las patatas tardará la mitad de lo habitual.
Anteriormente, compartimos cinco secretos para unas patatas fritas perfectas.