Al congelar el kéfir normal, se puede obtener un queso similar a la crema.
Te contamos cómo congelar y descongelar correctamente el kéfir.
Congela el kéfir en una bolsa u otro embalaje del que te resulte conveniente sacarlo.
El kéfir debe estar en el congelador al menos un día. Descongela el kéfir dejándolo toda la noche a temperatura ambiente.
Sacamos el kéfir congelado del paquete y lo colocamos en un colador sobre varias capas de gasa. De esta forma, el suero recogido se puede utilizar para hornear.
Junto con el suero, la acidez inherente al kéfir desaparecerá y obtendrás un delicioso queso crema.
Se puede utilizar para untar, añadir a ensaladas, tartas de queso y otros productos horneados.