El vinagre de mesa no es un ingrediente que aparezca a menudo en la masa de bola de masa.
Además, muchas amas de casa ni siquiera piensan en añadir este componente ácido a la base de harina.
Sin embargo, los cocineros experimentados nunca olvidan echar un poco de vinagre a la mezcla.
Resulta que gracias a este aditivo la masa adquiere la consistencia ideal.
Debido al ingrediente ácido, la base de harina se vuelve suave y elástica. Además, deja de ser pegajoso.
No hay problemas con el despliegue de la masa.
Con un rodillo se puede hacer la masa tan fina como el cocinero quiera. Se ahorra tiempo y esfuerzo.
Por supuesto, no puedes excederte con este ingrediente. Una gran cantidad de vinagre producirá un sabor fuerte que claramente arruinará el plato.
Se necesita suficiente vinagre para que pueda hacer su “trabajo” (hacer que la masa sea elástica), pero al mismo tiempo no se note su sabor en las albóndigas.
La experiencia demuestra que para conseguir el resultado deseado se debe añadir una cucharada de vinagre al nueve por ciento por cada medio kilo de harina.