La enorme popularidad de la vinagreta en el espacio postsoviético se explica de forma sencilla.
La ensalada se compone de los ingredientes más sencillos y asequibles, se prepara rápidamente y al mismo tiempo resulta bastante apetecible.
Pero muchos gourmets se quejan de que al plato todavía le falta picante.
Afortunadamente, solucionar este problema es muy sencillo. Justo antes de servir, debes agregar un componente a la ensaladera con la vinagreta.
Resulta que una simple ensalada se puede convertir en un plato de calidad de restaurante con la ayuda de una cáscara de limón.
Enjuague bien la cáscara de los cítricos, retire el exceso de humedad con toallas de papel y coloque la “cáscara” de limón directamente en la vinagreta.
Gracias al aditivo no estándar, el plato adquirirá un sabor muy brillante.
Aparecerá un sabor picante que normalmente falta en una vinagreta. Al mismo tiempo, la acidez y el amargor ligeros no eclipsarán el sabor de los ingredientes vegetales. Por el contrario, se enfatizarán los aromas de los ingredientes principales.
Por supuesto, no es necesario utilizar piel de limón. Además, 10-15 minutos después de agregarlo a la ensalada, será necesario quitarle la cáscara: en ese momento el componente tendrá tiempo de hacer su "trabajo".