Cualquier cocinero experimentado sabe que la calidad del borscht dependerá en gran medida del correcto manejo de la remolacha.
De esta verdura dependerá el tono de la popular sopa.
Si el trabajo se realiza incorrectamente, el borscht, en el mejor de los casos, se volverá naranja. Vale la pena señalar de inmediato que las remolachas grandes no son adecuadas para la sopa: el color de dicha verdura no dura. Por tanto, trate de elegir verduras más pequeñas.
En primer lugar, vale la pena señalar que el corte tradicional de remolacha en un rallador no es adecuado para preparar borscht de alta calidad.
Por eso, los chefs experimentados recomiendan cortar las remolachas en rodajas finas.
Después de esto, calentar el aceite vegetal en una sartén y añadir el caldo de remolacha. Luego debes verter una pequeña cantidad de agua para que el líquido cubra ligeramente la verdura.
En esta etapa, vierte el jugo de limón y agrega un poco de azúcar. El primer componente aportará acidez y fijará el color, y el segundo proporcionará un sabor equilibrado.
Luego cubra las remolachas con una tapa y cocine a fuego lento en la estufa a baja intensidad. Sí, este método no es para perezosos, ya que la técnica no tolera las prisas. Sin embargo, en este caso el borscht resultará verdaderamente perfecto.