No todas las amas de casa saben cómo remojar adecuadamente los guisantes.
Como resultado, la leguminosa puede resultar extremadamente dura o complicar el funcionamiento del tracto gastrointestinal.
Por tanto, vale la pena recordar las sutilezas más importantes.
El tiempo de remojo de los guisantes depende de dos factores. Si la legumbre está entera, es necesario dejarla en remojo por más tiempo. Los guisantes partidos no necesitan una larga espera.
Mucho también depende de la temperatura. Si la cocina está fría, es mejor dejar los guisantes toda la noche. Si, por el contrario, hace calor en casa, entonces solo puedes dedicar un par de horas al proceso.
No debes llenar los guisantes con agua inmediatamente y dejarlos: una mejor solución sería enjuagarlos primero con agua corriente. Como regla general, el agua se drena al menos seis veces.
Una vez que hayas lavado las legumbres, podrás evaluar con seguridad la calidad de los guisantes. Evidentemente hay que eliminar los elementos deteriorados para que no estropeen el sabor y la calidad del plato.