Cocinar sin sal nos parece impensable, porque en teoría la comida debería resultar insípida e inexpresiva.
Sin embargo, el exceso de sal tiene consecuencias demasiado graves.
El sistema cardiovascular se ve especialmente afectado. Por lo tanto, muchos buscan formas óptimas que puedan ayudar a reducir la cantidad de sal en su dieta.
En las tiendas modernas puedes encontrar versiones de sal muy interesantes, que resultan más útiles por su composición.
Las más recomendadas son la sal rosada y la negra. Cuesta acostumbrarse a utilizar estas variedades, pero su composición química es realmente impresionante.
Ambas frutas tienen una agradable acidez que puede transformar cualquier plato. Si usas lima o limón, no es necesario añadir sal normal.
El sabor de la comida será aún más interesante.
Las algas secas son increíblemente saludables: contienen una gran cantidad de nutrientes que pueden restaurar nuestra salud.
Este producto también tiene un agradable sabor salado. Por lo tanto, puedes hacer un polvo con algas secas y agregarlo a los platos.