Después de un paseo otoñal con un tiempo fresco y lluvioso, apetece darse un capricho con algo sabroso, cálido y aromático.
La sopa de guisantes cumple perfectamente con todos estos criterios.
El plato resulta ser un complemento muy satisfactorio, saludable y de gran calidad para tu dieta habitual. Por tanto, merece la pena descubrir qué aditivos se pueden utilizar para hacerlo aún más interesante.
No debes cocinar sopa de guisantes sin especias: en este caso, no resultará tan rica y eficaz como debería. Son obligatorias las hojas de laurel y la pimienta.
La asafétida, el ajo y la cebolla en polvo, la cúrcuma y el curry combinan bien con las legumbres.
Rara vez alguien espera que la sopa de guisantes pueda sorprender con algo: su sabor es familiar para casi todos desde la infancia. Por lo tanto, tiene sentido agregar periódicamente componentes inusuales.
El habanero, el jengibre y el chile son las mejores opciones para agregar un toque picante.
Este secreto parece aún más inesperado, pero puede impresionar a cualquiera. Una vez que ya hayas preparado la sopa, agrega un poco de jugo de lima.
Esto le dará al plato un aroma muy original y una ligera acidez.