Hacer sopas es una ciencia culinaria compleja, ya que los primeros platos deben ser refinados, tiernos, aromáticos y nobles.
Estas cualidades son fáciles de encontrar en las cocinas de los restaurantes.
Pero las sopas caseras no siempre cumplen con los altos estándares. El caso es que para preparar una sopa verdaderamente exquisita será necesario utilizar diversas técnicas culinarias.
Por ejemplo, se debe prestar especial atención a las zanahorias.
Estamos acostumbrados a que las zanahorias vayan además de las cebollas: las verduras se fríen juntas en aceite vegetal y se añaden a la sopa. Pocas personas saben que necesitan hacer las cosas de manera un poco diferente.
En primer lugar, cabe señalar que los alimentos se deben freír por separado. Las cebollas se pueden procesar de la forma habitual utilizando aceite vegetal.
Pero las zanahorias se fríen en mantequilla para que queden tiernas.
Gracias a esto, la sopa quedará mucho más aromática y sabrosa. Solo este truco transformará literalmente tu sopa habitual.