Al preparar borscht, debes seguir muchas reglas si quieres lograr un color, sabor y aroma clásicos.
Ésta no es una tarea fácil.
Borscht se puede llamar con seguridad un plato "caprichoso" que requiere mayor atención por parte del cocinero. Por ello, los chefs han encontrado una manera de facilitar sus funciones mediante el correcto abordaje del proceso de cocción.
El hecho es que algunos productos adicionales pueden mejorar significativamente la calidad del plato.
Este es un ejemplo clásico de cómo componentes inusuales pueden lograr resultados impresionantes. No están presentes en la receta tradicional, pero muchos cocineros coinciden en que vale la pena añadirlos.
La mantequilla hace que la sopa sea increíblemente tierna, suave y rica. No te preocupes que el borscht resulte demasiado graso: la mantequilla encaja perfectamente en la composición del plato.
El vinagre de manzana tiene dos funciones a la vez. La primera es evitar que las remolachas “pierdan” su color en la sopa durante el proceso de cocción. La segunda tarea es darle al borscht una acidez noble.
La versión de manzana es mejor que el vinagre clásico, ya que su sabor y aroma son más delicados y agradables.
Ambos componentes se introducen hacia el final de la cocción.