Preparar salsa no puede considerarse un proceso demasiado complicado, pero el sabor de la salsa puede variar mucho según la receta y el nivel de desarrollo de las habilidades culinarias del ama de casa.
Por eso, vale la pena conocer trucos universales que te ayudarán a preparar una salsa sabrosa y de alta calidad.
No deberías comprar la primera opción que te encuentres: el sabor de la salsa en sí dependerá en gran medida de la calidad de la salsa. La pasta de tomate debe quedar natural y moderadamente espesa.
Si prepara salsa con agua, no puede prescindir del almidón o la harina, ya que la salsa debe tener una consistencia única. La misma regla se aplica al caldo de verduras.
Sin embargo, cuando se usa caldo de carne, la salsa quedará espesa y sin ingredientes adicionales.
También puedes intentar utilizar el agua que queda después de hervir frijoles o patatas.
Vale la pena señalar un factor muy importante que no todos tienen en cuenta: se recomienda preparar la salsa de una vez y servirla inmediatamente sin esperas adicionales.
De lo contrario, la textura de la salsa puede no ser la más agradable.