Ninguna ama de casa agregaría sal a la sopa intencionalmente, pero a veces nos suceden situaciones tan desagradables.
El riesgo es especialmente alto si utilizamos mezclas de especias ya preparadas destinadas a primeros platos.
A veces ni siquiera nos fijamos en la composición, pero la sal aparece en casi todas las versiones. Por tanto, introducir un componente adicional es extremadamente peligroso.
Si salas demasiado el plato, no te preocupes: con la ayuda de algunos trucos podrás solucionar el problema fácilmente.
Si notas que el plato adolece claramente de exceso de sal, entonces debes elegir patatas de tamaño mediano o grande. Limpiamos el producto, lo cortamos en dos partes si es necesario y lo añadimos a la sopa.
Después de esto, vale la pena probar el plato. Una vez que la cantidad de sal sea aceptable, las patatas se pueden retirar de forma segura.
Este cereal es una auténtica bendición para los primeros platos demasiado salados. Es importante buscar una bolsita limpia, pequeña y de tela natural, llenarla con un puñado de arroz y colocarla en la sartén.
El producto eliminará rápidamente el exceso de sal de la sopa.