Por lo general, cuando se encurten, los pepinos cambian de color y se vuelven más opacos.
Pero un simple truco ayudará a preservar el apetitoso color de las frutas y también a hacerlas más crujientes.
La receta de la marinada en sí no importa.
El procedimiento debe realizarse con pepinos antes de encurtirlos.
Primero debes poner las frutas en un recipiente y luego escaldarlas con agua hirviendo con sal (salmuera).
Preparar la solución es muy sencillo: para 10 litros de agua limpia es necesario tomar 500 gramos de sal. Si no hay muchos pepinos, se pueden reducir las proporciones.
Inmediatamente después del procedimiento, los pepinos se deben transferir a agua helada. Es recomendable ponerle hielo si quieres que la manipulación sea más efectiva.
Gracias a la diferencia de temperatura, las frutas conservarán su color brillante y se volverán más crujientes y apetitosas. Este escaldado no afectará el sabor.
Después de eso, puede pasar al procedimiento clásico de encurtir verduras para el invierno.