Cualquier ama de casa sabe que con la ayuda de las verduras se puede transformar incluso la sopa básica más sencilla.
El primer plato se vuelve brillante, sabroso y aromático.
Sin embargo, observamos que el color de las verduras cuando se añaden a las sopas puede dejar mucho que desear. La mayoría de las veces nos enfrentamos al hecho de que el componente pierde su tono brillante.
Esto sucede debido al tratamiento térmico. Sin embargo, es peligroso añadir verduras a la sopa sin cocinar, especialmente en verano: el plato se echa a perder rápidamente.
El método más sencillo no es poner las verduras en la propia sartén, sino llevar la sopa a la perfección en el momento de servir. Sin embargo, el plato no resultará tan extraordinario y memorable.
Puedes intentarlo de otra manera. Es un poco más complicado, pero el resultado merece la pena.
Tendrás que lavar las verduras con antelación y picarlas. Mezcla hierbas aromáticas con una pequeña cantidad de refresco. Apague la sopa y agregue las verduras.
Deja el plato tapado durante cinco minutos. Entonces puedes empezar a servir la sopa.