A veces la sopa parece el plato más sencillo, con el que simplemente no puede haber dificultades.
Sin embargo, para algunas amas de casa el primer plato resulta de calidad de restaurante, mientras que para otras la sopa resulta muy mediocre y poco apetecible.
Es importante recordar una regla simple: después de que la sopa haya hervido por primera vez, se debe reducir el fuego al mínimo y cocinar a fuego lento con cuidado.
Sólo en este caso es posible conseguir la sopa perfecta y con un sabor excelente.
Lo mejor es utilizar un buen aceite para freír verduras sin impurezas, olores ni matices de sabor innecesarios. De lo contrario, la sopa tendrá un sabor adicional muy desagradable.
Si no utiliza para freír, asegúrese de agregar un trozo adicional de mantequilla.
Este componente puede mejorar la sopa o arruinarla. Por eso, intenta tener cuidado con los condimentos. No es necesario añadir más de dos o tres especias a un plato.
Pero no es necesario preparar el primer plato sin especias: el aroma y el sabor serán mediocres.