Muchas personas se enfrentan al hecho de que las albóndigas pueden quedar un poco secas, densas y no muy sabrosas.
Sin embargo, utilizando tres trucos culinarios, la situación se puede cambiar fácilmente.
No olvides que la carne picada seca se puede mejorar fácilmente con manteca de cerdo. Como regla general, se acostumbra tomar unos 50 gramos de producto graso por medio kilogramo de carne.
Como resultado, cualquier carne quedará más jugosa y sabrosa.
Es importante recordar que el sabor del plato dependerá del método de trituración de la carne picada. Las albóndigas más jugosas y sabrosas las obtienen aquellas amas de casa que utilizan una picadora de carne para elegir un molido medio.
Pero es mejor olvidarse de la batidora, ya que las albóndigas perderán su jugosidad.
Algunas personas incluyen un huevo de gallina en la receta, pero esto puede provocar sequedad e incluso dureza. Por tanto, puedes limitarte a añadir arroz.
Debido a que el cereal contiene almidón, las albóndigas mantendrán perfectamente su forma durante el proceso de cocción.