Las patatas fritas pertenecen a los platos básicos, ya que mucha gente de vez en cuando quiere darse un capricho con este sencillo pero sabroso manjar.
Sin embargo, no todas las patatas fritas de todas las amas de casa quedan perfectas.
El caso es que hay una serie de reglas y matices que no siempre seguimos. Por ejemplo, un cocinero experimentado no salará las patatas mientras las fríe.
A primera vista, puede parecer que esta afirmación parece incorrecta, ya que las patatas fritas definitivamente no deben quedar blandas.
Sin embargo, es por la sal que el plato empieza a desmoronarse.
Una masa frita poco apetecible no queda muy bien en un plato. Por ello, lo mejor es introducir sal en el momento en que el plato esté listo. Los chefs de los restaurantes de comida rápida hacen lo mismo cuando preparan patatas fritas: la sal es el último ingrediente.
Si tienes miedo de que las patatas aún queden demasiado blandas, puedes añadir sal al plato unos minutos antes de que finalice la cocción. La verdura conservará su forma y quedará deliciosa.