Resulta que la piel que sobra al comer plátanos tiene muchos usos.
Una de ellas es utilizar cáscaras de plátano a la hora de preparar la carne de pollo.
Según las amas de casa, que ya han realizado un experimento similar en su propia cocina, el pollo, contrariamente a lo esperado, resulta suave y jugoso.
¿Qué hay que hacer para lograr tal resultado?
La respuesta es simple: antes de colocar los trozos de filete en una bandeja para hornear forrada con papel pergamino, cúbrala con cáscaras de plátano.
Coloca la carne encima de la almohada resultante.
Gracias a las cáscaras de plátano, la pechuga de pollo quedará tierna y jugosa incluso después de pasar media hora en el horno.
Y su familia podrá disfrutar no solo de un refrigerio saludable compuesto por frutas tropicales dulces y maduras, sino también de una cena nutritiva y, lo más importante, deliciosa.