La remolacha es un componente bastante importante de la cocina eslava, ya que se incluye en muchos platos, incluidas las ensaladas.
Sin embargo, los métodos tradicionales de preparación de un producto no siempre deleitan a los cocineros experimentados.
Las remolachas hervidas, por ejemplo, casi siempre tienen un sabor acuoso. Debido a esto, la ensalada en sí parece de alguna manera "descolorida".
Las amas de casa a las que les gusta ahorrar tiempo incluso utilizan un horno microondas. Sí, esto acelera significativamente el proceso de preparación de las remolachas, pero hay que sacrificar el sabor natural y profundo de las remolachas.
Por tanto, merece la pena descubrir cómo abordan este tema los chefs de los restaurantes.
Para que el componente quede rico y sabroso, conviene utilizar el horno. Primero, retira la piel del producto y lávalo bien.
Luego dividimos las remolachas en cuatro rodajas limpias.
A continuación, coge un recipiente para el horno y trátalo con aceite. Luego se utiliza aceite vegetal para cada trozo de remolacha.
Ajuste la temperatura a 180 grados y programe el temporizador en 45 minutos. Estas remolachas resultarán mucho más sabrosas.