Las amas de casa modernas no suelen preparar gachas de cebada perlada y prefieren guarniciones más sencillas.
Sin embargo, la cebada perlada adecuadamente preparada los supera en muchos aspectos.
Estamos acostumbrados a que los cereales se laven con agua corriente del grifo. Si bien este método es bastante aceptable con algunos cereales, definitivamente no es adecuado para la cebada perlada.
Lo mejor es utilizar agua caliente.
A muchas personas les desagrada la cebada perlada porque necesita estar en remojo durante mucho tiempo. Esto significa que es necesario preparar un plato con antelación, lo que no es adecuado para todos.
En este caso, un método interesante vendrá al rescate. El cereal se coloca en una cacerola con agua, se hierve literalmente durante tres minutos y se escurre el líquido. Esto se puede hacer dos veces.
Después de haber llenado la cebada perlada con el volumen principal de agua (1 porción de cereal es tres veces más líquido), vale la pena recordar un secreto más.
Estamos hablando de un pequeño trozo de mantequilla que hay que enviar a la sartén durante la cocción. Esto no solo acelerará el proceso de preparación de la guarnición, sino que también le dará a la papilla la textura perfecta.