Si estás pensando seriamente en hacer panqueques esponjosos con kéfir, no puedes prescindir de técnicas especiales.
En primer lugar, hablemos de la masa: su consistencia debe ser similar a la de la crema agria media en grasa.
No debe fluir, al contrario, recogerse bien con una cuchara.
La consistencia depende de varios factores: el tamaño de los huevos de gallina o el contenido de grasa del kéfir y la calidad y cantidad de la harina, así que prepárate para experimentar hasta encontrar la opción ideal.
Por cierto, sobre la harina, antes de agregarla al resto de los ingredientes, conviene tamizar la harina, y es recomendable hacerlo varias veces.
Y ahora sobre un ingrediente tan importante como el kéfir. Debe estar tibio, unos 37 grados.
Si utiliza un producto lácteo fermentado frío o demasiado caliente, los panqueques se caerán mientras aún estén en la sartén.
Aquellas amas de casa que usan refrescos en el proceso de preparación de panqueques deben recordar: este componente debe agregarse al final. Pero no debes apagar los refrescos con vinagre: el kéfir se encargará de esta tarea.