Las albóndigas caseras se consideran mucho más sabrosas que las compradas en la tienda.
Y esto es comprensible: cuando preparas un plato tú mismo, normalmente utilizas ingredientes probados y de la más alta calidad.
Aún así, las albóndigas caseras pueden decepcionar a los gourmets.
Un fallo culinario común es la preparación de “orejas” que se han soltado y el relleno de carne ha “saltado”.
El resultado final no son bolas de masa, sino una masa de aspecto poco apetecible.
¿Cómo conseguir que un plato mantenga su integridad en un líquido burbujeante? Los cocineros experimentados utilizan para ello un ingrediente adicional.
Mientras cocina las albóndigas, agregue 1 cucharada a la sartén. l. almidón.
Gracias a este componente, el relleno definitivamente permanecerá dentro del plato.
Como resultado, incluso un cocinero inexperto que haya cometido muchos errores al hacer albóndigas podrá preparar el plato perfecto.
Cada bola de masa permanecerá intacta. La masa y el relleno mantendrán la consistencia correcta. Ni los miembros de la familia ni los invitados quedarán decepcionados.