Es difícil imaginar a un ama de casa que no se atreva a preparar shish kebab de calidad.
Hay muchas recomendaciones sobre este plato.
Los cocineros prestan atención principalmente a la elección del componente principal, a las recetas ideales de adobos y a las técnicas de cocción precisas.
Sin embargo, un plato tan popular también tiene una serie de sutilezas de las que no se suele hablar. Un ejemplo sorprendente es el uso de harina en el proceso de preparación de barbacoa.
Al final resultó que, el uso de harina está muy justificado y es lógico. Durante el tratamiento térmico, la carne inevitablemente perderá su jugo, que se puede conservar con el enfoque correcto. Precisamente por eso necesitamos harina.
Primero debes colocar las porciones en brochetas y solo luego espolvorearlas ligeramente con harina. Después puedes freír de la forma habitual.
Te sorprenderá saber que este kebab resulta mucho mejor de lo habitual.